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Ensalada de Camarones y Mango con Vinagreta de Piña


ENSALADA DE CAMARON CON MANGO Y VINAGRETA DE PIÑA
Rendimiento: 6 porciones

3 cucharadas jugo de limón
2 cucharadas de jugo de piña concentrado (se puede sustituir por jugo naranja)
¼ taza aceite de oliva extra virgen
Sal y pimienta al gusto

4 tazas agua                                                1 cucharadita pimienta negra entera
¼ taza jugo de limón                                 ½ kg camarones pelados, desvenados y partidos
2 hojas de laurel                                         por la mitad
2 cucharaditas sal

3 tazas  cubos de mango
2 tazas jícama rallada
½ taza cebolla morada picada, desflemada en limón o vinagre
3 cucharadas cilantro finamente picado
6 hojas grandes de lechuga, lavadas y desinfectadas


  1. Para la vinagreta mezclar en un frasco el jugo de limón, jugo de piña, aceite, sal y pimienta. Comprobar sazón
  2. Para cocer los camarones: Poner en una olla agua, jugo de limón, sal, laurel y pimienta. Dejar que hierva por espacio de 5 minutos a fuego medio, bajar el fuego y añadir los camarones, cocer por espacio de 2 minutos, o hasta que se vean opacos en el centro. Colar y dejar enfriar.
  3. Mezclar mangos, jícama, cebolla, cilantro y los camarones, verter la vinagreta y mezclar muy bien hasta que se impregnen. Colocar una hoja de lechuga en cada plato y con una cuchara colocar  cucharadas de la mezcla, dividiendo equitativamente.
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Helado de Mazapán de la Infancia




HELADO DE MAZAPÁN

400 grs leche clavel refrigerada
1 lata leche condensada
65 grs crema de cacahuate
200 grs mazapán de la rosa o el cerezo

1.    Batir la leche clavel hasta que doble su tamaño y esté muy espumosa.
2.    Moler la leche condensada con la crema de cacahuate y 120 grs de mazapán hasta obtener una mezcla homogénea.
3.    Integrar la mezcla de mazapanes a la de leche batida, pasar a la mezcla a la máquina de helados y dejar hasta que comience a endurecer.
4.    Desbaratar los 80 grs de mazapán e incorporar a la mezcla. Pasar a un recipiente hermético y congelar por lo menos 4 horas o toda la noche, hasta que se congele.
5.    Si no se tiene máquina de helados,  meter la preparación al congelador en un molde destapado, por 1 o 2 horas, o hasta que la orilla comience a congelarse. Retirar de congelación y mover con un tenedor o batir en el procesador hasta que no se vea el hielo. Incorporar el resto del mazapán troceado con las manos. Regresar al congelador y congelar por 2 o 3 horas o de preferencia toda la noche, hasta que endurezca.

6.     Guardar en congelación tapado.
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Filete de Res al Tamarindo y Hoisin



FILTETE DE RES AL TAMARINDO
Rendimiento: 4 porciones

 600 gr. de filete de res en escalopas
Marinada:
C.S. de sal fina
C.S. de pimienta negra molida
¼ taza vinagre de arroz
2 cdas salsa de soya
10 gr. de fécula de maíz
1 cdita de aceite de ajonjolí

Salsa de Tamarindo:
Cant. Suf. Aceite de cacahuate
1 diente de  ajo machacado
¼ taza echalote picado
2 cdas té limón picado (solo parte blanca)
2 cms jengibre rallado
2 chiles de árbol
100 gr. de pulpa de tamarindo
C. S. Agua hirviendo
½ taza salsa hoisin
C. S. de azúcar
2 cdas jugo de limón
Guarnición:
1 taza de chícharo chino
60 gr. de bamboo
2 tazas germen de soya


1.    Cortar el  filete en escalopas
2.    Sazonar el filete con la sal, pimienta y el resto de los ingredientes de la marinada.
3.    Reservar. En un wok bien caliente saltear las escalopas, añadiendo pocos pedazos a la vez. Una vez que hayan dorado, retirar del fuego y reservar.
4.    En el mismo wok saltear los vegetales un par de minutos, sal pimentar y retirar.
5.    Para hacer la salsa, saltear el ajo, jengibre, echalote, té limón y chile de árbol. Dejar un par de minutos, añadir la pulpa de tamarindo, la salsa hoisin y agua, de tal forma que se obtenga una salsa líquida. Añadir jugo de limón y azúcar en caso de ser necesario. Regresar la carne al wok y dejar que hierva por 5 minutos. Si la salsa estuviera muy espesa adelgazar con más agua. Probar y ajustar sabor balanceando sal, acidez, dulzor.
6.    Añadir los vegetales y dejar un par de minutos. Retirar y servir de inmediato
7.    Servir acompañado de arroz


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Arroz al Cúrcuma y Nuez de la India



ARROZ AROMÁTICO CON NUEZ DE LA INDIA

Rendimiento: 4 a 6 porciones

2 cdas aceite vegetal
1 ½ cdita semillas de mostaza
1 cdita curry o cúrcuma
2 cebollas cambray finamente picadas
2 dientes ajo finamente rebanados
1 chile jalapeño cortado en finas rebanadas
2 tazas arroz basmati o jazmín, previamente lavado
1 cdita ralladaura limón mas 2 cdas jugo de limón
2 cditas sal
½ taza nuez de la india

1.    En un sartén extendido calentar el aceite, saltear  las semillas de mostaza y el curry, hasta que las semillas revienten alrededor de 1 a 2 minutos, añadir la cebolla, dejar que se acitrone, agregar el ajo y el chile, moviendo constantemente.
2.    Agregar el arroz, mezclar muy bien hasta que se impregne. Incorporar la ralladura, la sal y 3 tazas de agua. Dejar que suelte el hervor, tapar, bajar la lumbre y dejar de 20 a 25 minutos, hasta que el arroz esté cocido. Mezclar el jugo de limón, retirar del fuego y dejar otros 15 minutos tapados.

3.    Esponjar con un tenedor y decorar con la nuez de la india picada.
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Crema Fría de Aguacate y Limón Real



CREMA FRÍA DE AGUACATE Y LIMÓN REAL
Rendimeinto: 4 porciones

Ingredientes:
500 gr. de aguacate
¼ taza jugo de limón real o eureka
2 cdas jugo de limón o jugo de yuzu
½ taza hojas de cilantro
½ chile cuaresmeño con semillas
1 litro de fondo  de pollo
½ cdita de sal o al gusto
1/8 de pimienta negra molida

Guarnición
100 gr. de aguacate en cubos
50 gr. de cebollín

1.    Moler todos los ingredientes principales y pasar por un colador delgado
2.    Colocar en un bowl

3.    Mezclar el aguacate con el cebollín, sazonar con sal. Decorar cada plato y servir

El Yuzu es un tipo de limón, que no se consigue fácilmente, pero venden el jugo envasado. Para que sea gluten free es necesario que el jugo de yuzu no contenga gluten.
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¿POR QUÉ NOS GUSTAN LOS VINOS QUE NOS GUSTAN? Por Joaquín J. Valle


¿Por qué nos gustan los vinos que nos gustan?
por Joaquín J. Valle

En los últimos diez años el crecimiento del consumo per capita de vino en nuestro país se ha incrementado a una tasa compuesta anual por arriba de dos dígitos ; únicamente China ha tenido un crecimiento superior.
El gusto por el vino, por encima de otras bebidas y destilados, ha desarrollado un mercado de consumidores, -en su mayoría jóvenes, que no solo demandan variedad de precios y estilos, sino que además están interesados en conocer mas del tema. Un número cada vez mayor de catas, cursos, diplomados e inclusive una maestría en temas relacionados a una de las bebidas mas antiguas de nuestra historia, han aparecido en nuestro país en los últimos cinco años.
¿Pero no bastaba con cumplir la regla de oro de –blancos con pescados y mariscos y tintos con carnes rojas, para estar “del otro lado”? Pues resulta que no. ¿No eran los enemigos del vino los espárragos, las vinagretas y el chocolate? –del odio al amor hay solo un paso... y hoy se realizan catas específicas de tintos y chocolates del mundo.
Pero vayamos desde el principio. El WSET (Wine & Spirit Education Trust) Instituto dedicado al estudio del vino ubicado en Londres, hace algunos años determinó basados en varios estudios que la composición de los alimentos es lo que “altera” y hace que un vino sea una buena pareja o no; en palabras de los sommeliers si marida o no marida. Aquellos alimentos que son dulces hacen que los vinos pierdan su frutalidad, los amargos hacen que la astringencia sea mayor. Donde detectamos el quinto sabor conocido como umami, hace que los vinos sean menos frutales y mas tánicos. Pero si encontramos la acidez y salinidad correcta, podemos hacer que un vino que no debería de maridar, lo haga. Esto abre la posibilidad de combinar vinos con alimentos que anteriormente se decían incompatibles. Mas aun, Tim Hanni un Master of Wine, -uno de los menos de trescientos en el planeta desde 1960, ha realizado estudios de los neurotramisores  en el cerebro conjuntamente con la Universidad de Cornell para saber por que nos gustan los vinos que nos gustan.
Lo primero que descubrió es que no todos estamos cableados de la misma manera; empecemos por el sentido del olfato. Desde pequeños nos enseñan a probar, a ver a oír a tocar cosas, pero difícilmente nos enseñan a oler. ¿Recuerdan cuando su mamá les daba un golpe en la nuca por oler la comida? –grave falta de educación, ¿o cuando tratábamos de pasar corriendo por un área que despedía un olor espantoso?; difícilmente desarrollamos la memoria olfativa. Cuando probamos un sabor, lo que realmente estamos haciendo es olerlo por medio del trasgusto, o la conexión que tenemos al final de la boca que hace que podamos oler lo que mal llamamos sabores. Recordemos que la comida solo puede saber dulce, amarga, acida, salada o a umami. Pero puede oler a fresa, plátano, menta o caramelo.  Una persona puede tener hasta 12,000 papilas gustativas en uso, mientras que otra solamente 300. El rango espectral de apreciación de los aromas es igual de amplio, ahora entiendo porque en algunas catas las personas meten su nariz a la copa tratando de detectar los aromas a café y torrefactos que dice el experto que tiene el vino sin poder encontrar ninguno de ellos.
Pero regresemos a nuestra pregunta inicial, ¿por qué nos gustan los vinos que nos gustan?; ¿si me gusta un vino dulce, significa que no tengo mi paladar educado y desarrollado? La realidad es que no tiene nada que ver con si sabemos o no de vinos; si nos gusta aprender, ampliamos nuestro espectro de conocimiento y hacemos mas placentera la experiencia.  Recordemos que hace unos cien años los sibaritas franceses comían carnes de caza con vinos dulces de Sauternes. Pero al final de cuentas, es el gusto personal lo que cuenta.
Hoy en día existen muchas revistas, personas y expertos que califican los vinos. Un sistema sencillo sobre una base de 100 puntos, pero ¿me gustan los vinos que les gustan a los expertos?. Comencemos por descifrar que es lo que un llamado experto busca en un vino: estructura y compuestos aromáticos. La estructura la dan, principalmente los cuatro elementos que encontramos en casi todos los vinos, dulzor, acidez y alcohol. El cuarto en los rosados y tintos que es la tanicidad. La relación que tengan estos nos dará el cuerpo, la intensidad y el final. Por otro lado los compuestos aromáticos son aquellos fenoles del vino que nos recuerdan a flores, frutas, especies, vegetales, olores animales, balsámicos y torrefactos. Un experto busca que todos estos elementos estén presentes y en perfecto balance. Es por ello que vinos de los llamados muy estructurados con mucho cuerpo y alta tanicidad son calificados muy arriba en las puntuaciones. Esto no significa que sean vinos que les tengan que gustar a todo el mundo. ¿recuerdan a alguna película ganadora del Oscar que vieron por tal motivo y que nos les gusto en lo absoluto? Con los vinos es similar, pero mucha gente prefiere ir en contra de su paladar y gusto, que en contra de los expertos. Prefiere comer con una cerveza o un coktail que hacer un maridaje que según el status quo sería incorrecto.
¿Cómo saber cuáles son mis vinos preferidos sin tener que probar cientos o miles?
Existe una página en internet que en base a un sencillo cuestionario cataloga en cuatro los gustos de las personas (www.myvinotype.com). Las preguntas no se refieren a ningún vino, sino a gustos genéricos como: ¿le gusta el café con leche y azucar o solo? ¿le pone sal a la comida antes de probarla? ¿odia las etiquetas en la ropa? ¿cree que el mejor blanco, es un tinto? Al final determina su vinotipo: Dulce, Hipersensible, Sensible y Tolerante . Los nombres no indican nada en particular, pero determinan que una persona con vinotipo Dulce preferirá los vinos blancos frescos sin madera de uvas como Pinot Grigio o Muscat; los Hipersensibles vinos blancos minerales con uvas como Chardonnay pero de zonas en dónde el terroir y el uso de muy poca madera dan un vino más frutal con un toque mineral (como en la zona del Maconnaise en la Borgoña francesa) o un tinto fresco de cuerpo ligero y poca madera de uva Gamay de la zona del Beaujolais. A los Sensibles el Pinot Noir de zonas como Oregón en los EUA o Central Otago en Nueva Zelandia o los Merlots del Nuevo Mundo y los blancos con mucho cuerpo y madera son sus favoritos. Dejando al final los del tipo Tolerante a los cuales les encantan los vinos de 90+ puntos; los Cabernets Sauvignon de Burdeos en Francia, Napa Valley en EUA o Barossa en Australia. Los Malbecs de Mendoza y Salta en Argentina o los Zinfandel de Lodi en California.
No es cuestión de calidad ni de conocimiento, es cuestión de gusto. Pero ¿y el maridaje?  Hanni recomienda que trate en su siguiente comida el “efecto tequila”; pruebe su vino, ahora como si se tratara de un tequila coloque sal en un limón, chupe el limón y ahora vuelva a probar su vino, voila! El vino se aprecia mas frutal, menos tánico, -en caso de ser un tinto, la acidez se equilibra. Los tintos son recomendados con las carnes rojas, no por la combinación de grasa/proteína con la astringencia/tanicidad sino por la sal de la carne; pruebe un corte de carne sin sal con su tinto y este se apreciará desbalanceado; agregue sal y unas gotas de limón y compruebe el resultado.
Yo soy un ferviente creyente de los maridajes, pero aún mas de poder disfrutar el vino que me gusta con la comida que me gusta, inténtelo usted y cuénteme como le fue.

Dr. Joaquín J. Valle (Administración Turística 86, UAMS) Director de Grupo Cassatt. Enamorado de los vinos, pretende desmitificar y hacer accesible su consumo y disfrute. Actualmente en el WSET (Wine & Spirit Education Trust de Londres). Joaquin.valle@cassatt.mx



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Pie de Fresas con Tequila

PAY DE FRESAS CON TEQUILA


Rendimiento: 8 porciones

Para la costra:
1 paquete de galletas marías
2 cdas azúcar
100 grs mantequilla fundida
3 cdas agua

Para el relleno:
1  sobre grenetina
¼ taza jugo de limón
½ kg fresas lavadas, desinfectadas y partidas por la mitad
1 cucharada ralladura de limón (aprox. de 3 limones)
1 lata leche condensada
2 cucharadas tequila
2 cucharadas de licor de naranja
1 ½ tazas crema lyncott roja muy fría
Para decorar: ralladura de limón, fresas rebanadas

Para la costra: Precalentar el horno a 180º C
1.             En un recipiente mezclar las galletas molidas, el azúcar,  la mantequilla y el agua con un tenedor, hasta que todo esté bien combinado, y extender en un molde engrasado de 20 cms de diámetro (capacidad para 4 tazas), presionando la mezcla en el fondo y en los lados del molde. Hornear por espacio de 10 minutos, dejar enfriar.
2.             Para el relleno:  Espolvorear la grenetina en el jugo de limón, dejar que absorba por espacio de 5 minutos. Diluir a baño maría o en el microondas. Reservar
3.             Moler en la licuadora las fresas, la ralladura de limón, la leche condensada, el tequila y el licor de naranja, hasta obtener una mezcla tersa, añadir el jugo de limón con la grenetina.
4.             En el tazón de la batidora batir la crema hasta obtener picos duros. Incorporar una tercera parte de la crema en la mezcla de fresas, agregar el resto en 2 adiciones.
5.             Vaciar el relleno en la costra, previamente horneada, meter al congelador por espacio de 4 horas, o hasta que esté firme. Para servir sacar del congelador una media hora antes, y pasarlo al refrigerador.


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Pasta con Salmón al Vodka

PASTA CON SALMON AL VODKA


Rendimiento: 8 porciones

4 cucharadas aceite de oliva
½ cebolla grande, finamente picada
2 dientes de ajo finamente picados
4 cucharadas pasta de jitomates
2 tazas crema lyncott roja
700 grs fetuccine seco o fresco
800 grs salmón fresco sin piel, partido en cubos
1 manojo de hinojo picado finamente
4 cucharadas vodka
Sal y pimienta negra recién molida

1. Calentar el aceite en un sartén extendido grande, añadir la cebolla, dejar unos minutos y agregar el ajo. Cocinar a fuego lento, moviendo frecuentemente hasta que la cebolla esté translúcida. Agregar el salmón y dorar muy bien hasta que no se vea crudo. Agregar la pasta de jitomate y continuar moviendo, añadir la crema y llevar a ebullición hasta que comience a espesar ligeramente. Agregar el hinojo picado y retirar
2. Mientras la salsa espesa, cocer la pasta en una olla grande, colocando una cucharadita de sal por cada litro de agua. Cocer de acuerdo a las instrucciones del paquete. Cuando la pasta esté casi lista, flamear el vodka y añadirlo a la salsa, dejar que el fuego se consuma. Comprobar sazón y si es necesario añadir un poco más de sal y pimienta.
3. Escurrir la pasta dejando una taza del agua de cocción. Revolver la pasta cocida con la salsa. Mezclar muy bien y servir caliente. Si es necesario adelgazar con el agua de cocción de la pasta.

 

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Corazones de Lechuga con blue cheese y Tocino

CORAZONES DE LECHUGA CON BLUE CHEESE Y TOCINO

Rendimiento: 6 porciones

1 taza mayonesa
3cucharadas jugo de limón
90 g queso crema para untar
1 cucharada pimienta molida toscamente
¼ cucharadita sal
Opcional: 1 cucharadita salsa picante
120 g queso azul desmoronado
120 g crema

250 grs tocino picado en cuadritos
4-6 corazones de lechuga partidos por la mitad, lavados y desinfectados
½ cebolla morada rebanada finamente y desflemada con jugo de limón

  1. Para el aderezo, mezclar o moler mayonesa, jugo de limón, pimienta, sal, queso crema y salsa. Incorporar muy bien todos los ingredientes. Añadir el queso azul y crema por cucharadas hasta lograr la consistencia deseada.
  2. En un sartén cocinar el tocino a fuego mediano hasta que tome color dorado y esté crujiente. Acomodar 1 a 2 mitades de corazón de lechuga en cada plato y agregar el aderezo por encima, salpicar con el tocino y decorar con las rebanadas de cebolla
El aderezo se puede preparar con anticipación y guardar en refrigeración en recipiente 
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Sobres de Queso con Mermelada de Cebolla

SOBRES DE QUESO CON MERMELADA DE CEBOLLA

1 cucharada de mantequilla                             1 cucharada miel de abeja
1 cebolla morada grande picada                        100 grs queso de cabra
2 cucharadas vinagre vino blanco                        100 grs queso roquefort (opcional)
1 cucharada aceite de oliva                        225 grs queso mascarpone o queso crema
1 ramita de tomillo                                                Sal y pimienta al gusto
½ taza vino blanco                                                Cantidad suficiente de mantequilla derretida
1 paquete de pasta phyllo



  1. Calentar la mantequilla en una sartén grande y sudar las cebollas hasta que estén transparentes, agregar tomillo y vinagre de vino. Reducir la mezcla, sobre calor alto, a la mitad, añadir el vino blanco y reducir totalmente (au sec). Incorporar la miel y sazonar con sal y pimienta. Dejar enfriar.
  2. Mezclar los quesos con la cebolla y sazonar.
  3. Precalentar el horno a 180° C.
  4. De la pasta phyllo cortar tiras de 20 por 5 centímetros, barnizarlas con mantequilla derretida. Colocar una cucharada del relleno en uno de los extremosy cerrar hacia el centro los dos lados (a lo largo). Barnizar nuevamente  y enrollar en forma de sobre hasta llegar al otro extremo. Barnizar nuevamente y si se desea se puede espolvorear con ajonjolí. Colocar sobre charola de horno y hornear de 15 a 20 minutos o hasta que estén ligeramente dorados. Servir calientes.
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